martes, 19 de junio de 2012

Un día normal.

Hoy me apetece escribir. Sí, plasmar mis pensamientos en unas cuantas de líneas. Como no estoy obligada a hacerlo, pues procedo a ello. Si fuese una orden, o no me quedara otra, sufriría con ello, como llevo sufriendo todo este mes de Junio.
De nuevo mis reflexiones existenciales, por calificarlas de alguna manera, regresan a mi mente. Después de que el disco duro de mi portátil pasase a mejor vida, después de mis atracones de comida debida a la ansiedad maldita de los exámenes, en plena fase de dieta hipocalórica, después de beber miles y miles de cafés descafeinados que ocasionaran en mi un efecto placebo, después de salir a correr a las 11 de la noche, y después aprender a tocar la guitarra y cantar como Russian Red, pienso de nuevo en lo mismo, en La Vida, en una cosa que se resume en cuatro letras y que da tanto que hablar.
Muchas veces la nostalgia se apodera de mí, como ya he dicho muchas veces, pienso en cuál es la persona en la que se podría confiar y en cuál no; en quién te puede dar ese extra de lealtad, ese aliciente con el que tú puedas fabricar el elixir de la amistad. Es muy difícil, porque, esas raíces de las cuales mucha gente pueda hablar o alardear, se pueden cortar muy fácilmente, y, en ocasiones, sin la ayuda de ningún utensilio.
Es curioso, aparecen personas nuevas en tu vida, a las cuales empiezas a construir lazos de amistad, pero que, por miedo, por causa X, siempre referente a alguna vivencia acaecida en el pasado, nos paramos, no damos ese paso de demostración de amistad o de lealtad; y una amistad que quizás se podría convertir en un verdadero lazo, se queda en intento: en potencia, pero no en acción.
 Pues sí, la verdad en ocasiones puede ser muy dura. Pero hay que afrontarla. Y nunca hay que dejar de  soñar, y ser fuertes, y ser optimistas, ¿Para qué nos sirve el pesimismo? ¿Para amargarnos más? ¿Para repetirnos una y otra vez la mierda que es este mundo? Y eso, ¿para qué nos sirve? Nuestra alternativa: lo intentamos cambiar. Ya sé que en entradas anteriores he plasmado pensamientos negativos y, por qué no decirlo, un poco autodestructivos, son pensamientos en caliente, un poco irracionales, pero que a los cuales no les quito veracidad, porque son sentimientos plasmados en palabras, ya que, al fin y al cabo, los sentimientos son verdades.
He aquí mi digresión de hoy.
Voy a estudiar (23.06.40 U.u`)

No hay comentarios:

Publicar un comentario