lunes, 3 de octubre de 2011

Inicio de mi relato.


       Solo se ostentaba sentir una pequeña ráfaga de  viento en el  crepúsculo de aquel  pequeño pueblo. Aquel lugar frío, yermo, inhóspito. Todas sus moradas estaban deshabitadas, y algunas parcial o completamente destruidas. El viento balanceaba las puertas desusadas y viejas de madera, que se iba erosionando por culpa de este.

       Por este pequeño pueblo pasaba una angosta y vieja carretera necesaria para comunicar las dos ciudades más  importantes de la comarca Sollano.los trabajadores, viajeros o simplemente personas que pasaban por allí sentían la presencia de alguien en un pueblo deshabitado como es transland.Las malas lenguas decían que el espíritu del  último hombre que vivió en el pueblo anda vagabundeando por la zona. Idelfonso Pérez era un anciano de unos 75 años aproximadamente, aunque nadie sabía exactamente su edad. Vivía solo en este desconocido-hasta entonces-pueblo. Su única compañía era su perro, un extraordinario shitzu .Su única familia, su hermano Pedro,vivía en la capital, pero su relación era pésima.la razón de todo esto era  la partición de la herencia, herencia que les había proporcionado su difunta madre. Ildefonso, desafortunadamente  Analfabeto, no podía luchar contra su hermano un hombre formado y con estudios que  lo Organizó todo  para lograr que la herencia cayera completamente en sus manos.

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