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lunes, 2 de abril de 2012

Verdades.


Antes que nada, perdona si huele un poco a cerrado, hacía mucho tiempo que nadie se alojaba aquí, y menos aún con la intención de quedarse. Ábreme bien de puertas y ventanas. Que corra el aire, que entre tu luz, que pinten algo los colores, que a este azul se le suba el rojo que hoy nos vamos a poner moraos. Y hablando de ponerse, vete poniendo cómoda, que estás en tu casa. Yo, por mi parte, lo he dejado todo dispuesto para no quieras mudarte ya más. Puedes dejar tus cosas aquí, entre los años que te busqué y los que te pienso seguir encontrando. Los primeros están llenos de errores, los segundos, teñidos de ganas de no equivocarme otra vez. El espacio es tan acojedor como me permite mi honestidad. Ni muy pequeño como para sentirse cómodo, ni demasiado grande como para meter mentiras. Mis recuerdos, los dejé todos esparcidos por ahí, en cajas de zapatos gastados y cansado de merodear por vidas ajenas. No pises aún, que está fregado con lágrimas recientes, y podrías resbalar. Yo te aviso. El interruptor general de corriente está conectado a cada una de tus sonrisas. Intenta administrarlas bien y no reírte demasiado a carcajadas, no vayas a fundirlo de sopetón. No sé si te lo había comentado antes, pero la estufa la pones tú. Y hablando del tema, he intentado que la temperatura del agua siempre estuviera a tu gusto, pero si de vez en cuando notas un jarro de agua fría, eso es que se me ha ido la mano con el calentador. Sal y vuelve pasados unos minutos. Discúlpame si es la única solución, es lo que tenemos los de la vieja escuela, que a estas alturas ya no nos fabrican los recambios. Tampoco acaba de funcionarme bien la lavadora. Hay cosas del pasado que necesitan más de un lavado, es inevitable. Y hay cosas del futuro que, como es normal, se acabarán gastando de tanto lavarlas. La recomendación, ensuciarse a su ritmo y en su grado justo. Eso sí, no te preocupes por lo que pase con las sábanas, que las mias lo aguantan todo. Para acabar, te he dejado un baño de princesa, una cama de bella durmiente, un sofá de puta de lujo y algo de pollo hecho en la nevera. Para que lo disfrutes a tu gusto, eso sí, siempre que sigas reservando el derecho de admisión. Aquí no vienes a rendir cuentas, sino a rendirte tú. Aquí no vienes a competir con nadie, sino a compartirme a mí. Y lo de dar explicaciones, déjalo para el señor Stevenson. El resto, no sé, supongo que está todo por hacer. Encontrarás que sobra algún tabique emocional, que falta alguna neurona por amueblar y que echas de menos, sobre todo al principio, alguna reforma en fachada y estructura. Dime que tienes toda la vida, y yo voy pidiendo presupuestos. Dime que intentaremos toda una vida e iré enconfrando mis nunca más.

jueves, 29 de diciembre de 2011

El Aleph.

- Recuerdas el Aleph. Recuerdas lo que sentías en ese momento. Las explicaciones y las respuestas no serán suficientes. Confundirán aún más lo que ya es bastante complejo. Simplemente perdóname.

- No sé por qué tengo que perdonar al hombre que amo.

Hilal busca inspiración en las paredes de oro, las columnas, la gente que viene a esta hora de la mañana, las llamas de las velas encendidas.
- Perdono a la chica que fuí, no porque quiera ser una santa, sino porque no quiero soportar este odio. Este odio pesado.

Esto no era lo que yo esperaba.
- No puedes perdonar a todos y todo, pero perdóname.
- Perdono todo y a todos. Te perdono porque te amo y no me amas. Te perdono porque me rechazas y pierdo mi poder.

Ella cierra los ojos y levanta sus manos hacia el techo.

- Estoy liberado del odio por medio del perdón y el amor. Entiendo que el sufrimiento, cuando no puede ser evitado, me ayuda a avanzar hacia la gloria.

Hilal habla en voz baja, pero la acústica de la iglesia es tan perfecta que todo lo que dice parece hacer eco a lo largo de las cuatro esquinas. Pero mi experiencia me dice que está canalizando el espíritu de un niño.

miércoles, 7 de diciembre de 2011

Ángeles y demonios.

Cuando escriba sobre nosotros, cosa que seguramente hará ¿Puedo pedirle algo? Sea benévolo.
- Lo intentaré
- La religión es imperfecta, pero solamente porque el hombre también lo es, todos, incluido un servidor

Someone like you

Say you're a boy. Say you're a boy and you're at a party, or in a pub, or in a club.Say you're a boy and you`re at a party, or in a pub, or in a club and I come up to you.
Say you've never set eyes on me before.
Some things you know immediately.You'll see that i'm just under six feet tall and on average build. If we shake hands, you'll notice that my grip is strong and my fingernails clean. You'll see that I have brown eyes which match my brown hair. And I see that you have a scar across the centre of my left eyebrown.I'll guess that you are somewhere between twenty-five thirty years old.
You'll ask me waht I do for a living, and I'll tell you taht I'm an artist,which is true, and that I make a living for it, which isn't. I won't tell you that  I work in a small art gallery in Mayfair three days a week to make ends meet. I'll look at your clothes, which probably be your friend's clothes, and wrongly assume that you`re rich. As you won't mention a girlfriend,I'll probably asume that you're single.You won't ask me if I have a boyfriend, but you will check my finger if you see if I'm engaged or married.

lunes, 3 de octubre de 2011

Inicio de mi relato.


       Solo se ostentaba sentir una pequeña ráfaga de  viento en el  crepúsculo de aquel  pequeño pueblo. Aquel lugar frío, yermo, inhóspito. Todas sus moradas estaban deshabitadas, y algunas parcial o completamente destruidas. El viento balanceaba las puertas desusadas y viejas de madera, que se iba erosionando por culpa de este.

       Por este pequeño pueblo pasaba una angosta y vieja carretera necesaria para comunicar las dos ciudades más  importantes de la comarca Sollano.los trabajadores, viajeros o simplemente personas que pasaban por allí sentían la presencia de alguien en un pueblo deshabitado como es transland.Las malas lenguas decían que el espíritu del  último hombre que vivió en el pueblo anda vagabundeando por la zona. Idelfonso Pérez era un anciano de unos 75 años aproximadamente, aunque nadie sabía exactamente su edad. Vivía solo en este desconocido-hasta entonces-pueblo. Su única compañía era su perro, un extraordinario shitzu .Su única familia, su hermano Pedro,vivía en la capital, pero su relación era pésima.la razón de todo esto era  la partición de la herencia, herencia que les había proporcionado su difunta madre. Ildefonso, desafortunadamente  Analfabeto, no podía luchar contra su hermano un hombre formado y con estudios que  lo Organizó todo  para lograr que la herencia cayera completamente en sus manos.