La realidad es dura. La realidad es muy
dura. En el mundo de color de rosas se
está muy bien, pero esa no es la realidad para nada. Todo se tiñe del color
negro, que es el color permanente en mi vida. De nuevo piensas que estás sola,
que la gente no es más que demonios con pieles de cordero, que siempre intentan
ser mejores que tú, pisoteándote, haciéndote sentir como una mierda. Sí, este
es el hermoso mundo en el que vivimos. Si te fallan una vez, te fallarán dos,
tres, cuatro y así hasta el infinito. Nunca te confíes. Porque a las personas que más quieres, estas te
seguirán fallando una y otra vez. Refúgiate en ti mismo. No tendrás a nadie
más. Nunca. Jamás. Las personas somos demasiado egoístas para pensar en algo
que no sea beneficio propio. Tenlo en cuenta. Somos así. Son así.
''Quizás soy una soñadora, pero no soy la única''. ''I'm a dreamer but i'm not the only one.''
miércoles, 18 de abril de 2012
jueves, 5 de abril de 2012
Ver llover cristales.
No te esperaba. Creía que te había
guardado en el baúl de los olvidos, pero de nuevo apareciste. No sé por qué me
extraño. En realidad no eres un extraño para mí. En
realidad te sigo queriendo.
No te esperaba. Si lo hubiera sabido,
hubiera recogido mis recuerdos. Verás que la cama no está hecha,
que la ropa sucia está tirada por el suelo, y que quedan trozos de pizzas de tres días
alimentando a un espécimen de hormiga.
No te esperaba. Nuestra ínfima
relación había caído al olvido, y, por ello, no te esperaba. Creí a que
ya no tenía solución. Qué esta decepción había alcanzado la cima de mi dolor. Que tropecé con la
piedra más grande. Que el pesimismo me absorbió. Que el sin
sentido de la vida se había convertido en mi filosofía. Que había caído en un
pozo sin principio ni fin.
No te esperaba. Todo fue una mentira.
Desde el inicio. Mentiras que se fueran alimentando unas tras otras, una
retroalimentación positiva cada vez más y más peligrosa. Como suele suceder, explotó, como una
bomba programada para explotar en el
momento oportuno. Se te pasa por la cabeza cortar el cable azul o rojo, pero
ante los nervios y la indecisión, decides dejar que explote. Acaba con todo. Acaba con tus
sentimientos. Acaba con tu vida. Decepción.
No te esperaba. Ni siquiera te invité. Rompí las
ventanas para ver llover cristales. Para ver llover los recuerdos. Para llorar.
No hay luz dentro solo la procedente de afuera. Dicen que al final del Túnez
siempre hay una luz. Veo llover. Veo llover muy fuerte. Las gotitas de agua
empiezan a invadirme. Empieza a entrar dentro de mi intimidad. La ventana
estaba rota. ¿Te acuerdas? Estaba rota. Oigo el viento que hace un sonido
impredecible por el oído humano. Sí, el silencio es mi mejor compañía. Los árboles bailan obligados al son de
la lluvia. Los oigo llorar dentro de mi silencio. Me siento bien, pues veo que
no soy la única que sufre.
No te esperaba. Cuando si lo hice. Puse
tres gardenias en el florero. Ahora están muertas. No son tontas. Le
ocurre como con nuestro amor. Te necesitaba tanto. Tan sólo quería que
estuvieras a mi lado, aunque no mediaras palabra, pero saber que estabas ahí. Pero
no.
lunes, 2 de abril de 2012
Verdades.
Antes que nada, perdona si huele un poco
a cerrado, hacía mucho tiempo que nadie se alojaba aquí, y menos aún con la
intención de quedarse. Ábreme bien de puertas y ventanas. Que corra el aire,
que entre tu luz, que pinten algo los colores, que a este azul se le suba el
rojo que hoy nos vamos a poner moraos. Y hablando de ponerse, vete poniendo
cómoda, que estás en tu casa. Yo, por mi parte, lo he dejado todo dispuesto
para no quieras mudarte ya más. Puedes dejar tus cosas aquí, entre los años que
te busqué y los que te pienso seguir encontrando. Los primeros están llenos de
errores, los segundos, teñidos de ganas de no equivocarme otra vez. El espacio
es tan acojedor como me permite mi honestidad. Ni muy pequeño como para
sentirse cómodo, ni demasiado grande como para meter mentiras. Mis recuerdos,
los dejé todos esparcidos por ahí, en cajas de zapatos gastados y cansado de
merodear por vidas ajenas. No pises aún, que está fregado con lágrimas
recientes, y podrías resbalar. Yo te aviso. El interruptor general de corriente
está conectado a cada una de tus sonrisas. Intenta administrarlas bien y no
reírte demasiado a carcajadas, no vayas a fundirlo de sopetón. No sé si te lo
había comentado antes, pero la estufa la pones tú. Y hablando del tema, he
intentado que la temperatura del agua siempre estuviera a tu gusto, pero si de
vez en cuando notas un jarro de agua fría, eso es que se me ha ido la mano con
el calentador. Sal y vuelve pasados unos minutos. Discúlpame si es la única
solución, es lo que tenemos los de la vieja escuela, que a estas alturas ya no
nos fabrican los recambios. Tampoco acaba de funcionarme bien la lavadora. Hay
cosas del pasado que necesitan más de un lavado, es inevitable. Y hay cosas del
futuro que, como es normal, se acabarán gastando de tanto lavarlas. La
recomendación, ensuciarse a su ritmo y en su grado justo. Eso sí, no te
preocupes por lo que pase con las sábanas, que las mias lo aguantan todo. Para
acabar, te he dejado un baño de princesa, una cama de bella durmiente, un sofá
de puta de lujo y algo de pollo hecho en la nevera. Para que lo disfrutes a tu
gusto, eso sí, siempre que sigas reservando el derecho de admisión. Aquí no
vienes a rendir cuentas, sino a rendirte tú. Aquí no vienes a competir con
nadie, sino a compartirme a mí. Y lo de dar explicaciones, déjalo para el señor
Stevenson. El resto, no sé, supongo que está todo por hacer. Encontrarás que
sobra algún tabique emocional, que falta alguna neurona por amueblar y que
echas de menos, sobre todo al principio, alguna reforma en fachada y
estructura. Dime que tienes toda la vida, y yo voy pidiendo presupuestos. Dime
que intentaremos toda una vida e iré enconfrando mis nunca más.
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