Siempre intentamos buscar la excelencia,
la perfección. Quizás para aumentar nuestro auto estima por encima de los
demás, quizás nuestro egoísmo por naturaleza y nuestra competitividad no nos
permita ver el éxito dentro del fracaso.
Cuando aplicamos un esfuerzo extra para
alcanzar una meta cercana o lejana, siempre tenemos una estimulación, un
aliciente para que el árbol por fin de sus frutos. Cuando esto no ocurre, nos
culpamos y nos arrepentimos del tiempo que hemos malgastado, cunado en realidad
es un tiempo empleado en corregir y enmendar los errores cometidos.
Tenemos siempre que mantenernos fuertes, ‘stay
strong'; no sabemos lo que nos deparará el futuro, así que nuestra semilla
plantada hoy quizás tarde en germinar, pero algún día lo hará.
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