Es curioso cómo nos derrumbamos cuando
alguien nos falla. Queremos hacernos el duro o la dura. Queremos fingir ser
fuertes,que no nos afecta, pero la realidad es que hemos caído en un abismo, en un pozo
sin fondo, o que eso parece.
Somos reacios en volver a confiar en
alguien. Nos encerramos en nosotros mismos, nos ponemos una coraza, un
armamento de hierro para que no nos afecte nada del exterior, sin pensar que
son nuestros malos pensamientos, pensamientos irracionales que conduce a
paranoias y contradicciones.
No es posible cruzar el océano si no hay
tierra al otro lado, pero si no sabemos si existe o no, por lo menos hay que
intentarlo. Aunque estemos exhaustos de tanto nadar. Que nuestros brazos no respondan
a nuestro cerebro.
Hay momentos en los que es preferible
estar sola. Encontrarse a uno mismo. Sí, definitivamente, pienso y creo que es
una etapa por la que todo el mundo debe pasar. Ir a un lugar diferente,
distinto, regenerarse, cambiar, no olvidemos que el ser humano no tiene límite,
que todo lo que se ha propuesto lo ha podido conseguir, y esto es posible
porque nos superamos a nosotros mismos. Y esto no sería real sin una regeneración, eliminar lo malo y desarrollar lo bueno.La Selección natural de Darwin pero
en el campo de nuestra mentalidad.
Desahogarse es esencial
para nuestro desarrollo. No solo desahogarse con una persona, que en ocasiones
ni siquiera te escusa y de dice las frases típicas que se dicen en estos casos,
sino con nosotros mismos, enfrentar el problema, enfrentar lo bueno y lo malo y dar
una solución.