Tengo ganas de escribir, aunque la verdad es que no sé qué plasmar en
estas líneas. Mis pensamientos, mis emociones ahora están dormidas. Se han
tomado demasiadas pastillas para dormir, o quizá han contado excesivas ovejas.
Neutralidad, estándar, así me siento. La incertidumbre, las dudas me rondan la
cabeza, pero no les pongo remedio. Necesito emoción, hacer algo inusual, loco,
extra vagante, excéntrico. Algo que quede en la mente para siempre, algo fuera
de lo convencional, de lo de todos los días.
Necesito desinstalar de mi cabeza el chip de pensar lo que hago e
instalar el de no pensar en lo que se hace. En ese momento podré decir que soy
yo, porque el verdadero yo es el espontáneo, el que no tiene pelos en la
lengua, del que se apodera su subconsciente.
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